2 oct 2017

Allí donde habita mi nombre


Si me escondo como hoy,
en los días que no tienen sonrisa;
en aquellos cuyas flores se marchitaron ayer
y olvidaron la destellante mirada de sus amaneceres,
y el vértice insobornable de una caída de sol.

Si me quedo suspendida bajo el silencio,
de estas paredes que no me traen recuerdos;
de una ventana que conduce a un bosque poblado de ausencias,
¡Ven y rescátame!

Yo estaré flotando en el viento con las hojas secas;
con el alma desnuda, que deja escapar la última gota de invierno
y aguarda sin prisa el néctar de la primavera.

Búscame en las mariposas que llenan el aire de color
y llevan tatuado el infinito en sus alas,
sin importar que en cada aleteo
su tiempo esté más cerca del último suspiro.


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