6 oct 2017

El día de mi muerte

"Ser, fluir y perderse"- Oleo sobre lienzo
Octavio Mendoza


Todo aquí es silencio
No suenan las campanas de la iglesia de mi pueblo
ni la voz de mi madre indicando que la cena está lista.
Se ha callado ese rumor de puertas
que anunciaba tu entrada.
Ya las cigarras no vendrán a despertarme
con su estridente sonido,
ni el frío me hará buscar tus brazos.

Aquí, donde yace mi cuerpo sin vida,
extraño el odioso ruido del reloj
y comprendo por fin los gritos
que traen la mejor noticia del día.

Ahora que no estoy bajo la misma mañana
de ojos paridos por la luz,
no podré decirle gracias a las horas,
ya no escucho sus voces.

Mi corazón ya no late de este lado

donde el tiempo no existe.

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